martes, 10 de enero de 2012

Un grupo inversor chino está interesado en una parte de los supermercados Eki

Por Ignacio Chausis
Se trata de la multinacional Yonghui Supermarket, la segunda cadena de China, con una facturación anual de U$S 8000 millones.
Un grupo inversor chino se quedaría con una parte importante de los supermercados Eki, cadena que se encuentra actualmente en concurso preventivo y con serias dificultades económicas. Se trata del grupo multinacional Yonghui Supermarket, propietario de la segunda cadena de supermercados más importante de China, con una facturación anual cercana a los U$S 8000 millones, y que –según explicaron referentes del sector– conntinuará en 2012 con un plan de expansión que lo llevaría a invertir en el supermercadismo local. La firma ya está presente en la Argentina con una plataforma de exportación de vinos hacia China.
“Estamos en charlas preliminares con este grupo chino, es una de los pasos que teníamos planificado a efectos de sanear la compañía”, explicó a Tiempo Argentino Miguel Ángel Calvete, actual director de Eki pero con aceitada relación con el supermercadismo chino. Y es que hasta septiembre pasado, cuando un grupo de negocios ligado al consumo masivo se hizo con Eki, Calvete era la cara visible de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos (CASRECH).
Según explicó el ejecutivo, la idea es lograr un acuerdo de asociación con el grupo inversor de China, cuyo CEO, Zhang Xuan, realizó recientemente una visita al país para continuar con las negociaciones. El interés de Yonghui Supermarket se centra en los locales de mayor dimensión, aquellos que alcanzan en promedio 1500 metros y que compiten con las grandes cadenas, mientras que Formatos Eficientes –la razón social de Eki– se quedaría con el negocio centrado en las bocas de expendio más chicas, aquellas cuya dimensión promedio ronda los 300 metros.
“Nos desprenderíamos de 24 comercios, lo que representa cerca del 20% del total de sucursales y que ocupan, en total, unos 400 puestos de trabajo”, señaló Calvete. El directivo agregó que “por cada supermercado ‘grande’ que cerramos podemos abrir cinco o diez chicos, es una reestructuración donde se trata de preservar la fuente de trabajo, no nos olvidemos que se trata de empresas que han tenido un manejo por parte de los fondos de inversión que la dejaron al borde la quiebra”.
Si bien reconoció las tratativas, Calvete no dejó trascender el monto en que se llevaría a cabo la operación.
En términos financieros, la situación de Eki dista de ser holgada, con un concurso preventivo en trámite en el Juzgado Comercial 22, de la Capital Federal. Justamente, para inyectar fondos frescos que no sean pasibles de embargos se incorporó al grupo inversor que se hizo cargo en septiembre pasado el empresario Gonzalo María Avendaño, quien a partir de la sociedad anónima Provearsa se hizo cargo de los gastos operativos de Eki. No obstante, semanas atrás Avendaño se desvinculó, vendió su participación y regresó a los Estados Unidos, donde tiene su lugar de residencia.
Una de los mayores dificultades tiene que ver con los contratos de locación de las sucursales. De hecho, de las 166 tiendas más de 100 se encontraban en condiciones de resolución contractual de locación, esto es, al borde del desalojo. “Cuando nos hicimos cargo inyectamos capital para salvaguardar las locaciones. Hemos reflotado todo eso y quedaron menos de 20 de esas tiendas en situación compleja”, indicó Calvete. Las deudas financieras, en tanto, suman unos 70 millones de pesos.
“Durante la crisis de 2001 hubo saqueos en 47 de las sucursales de Eki, incluso a una de las tiendas de la Ciudad de Buenos Aires la prendieron fuego, hoy te aseguró que la situación de la compañía es peor que en aquella época”, graficó Marcelo Pacheco, un repositor con 12 años de antigüedad en la compañía, de los cuales siete los pasó como delegado.
Lejos de apaciguar los ánimos, la llegada de los inversores chinos profundizó la incertidumbre entre los trabajadores, que temen que el plan de reestructuración esté acompañado del cierre de sucursales. Todo ello se suma al atraso en los pagos de salarios, abonados en muchos casos por cuotas.
“Llegamos a cobrar el sueldo en cinco cuotas. Hoy día tenemos cobrado el 40% del salario de diciembre, el aguinaldo también lo han pagado en cuotas”, manifestó Pacheco, que además expresó que la mayor evidencia del deterioro se da en el alto grado de “desabastecimiento” de mercaderías.
Hace algunos meses la empresa estuvo a punto de ser vendida a Carrefour pero la propuesta, que incluía el despido del 50% del personal de la compañía (más de 1300 empleados) suscitó una fuerte oposición, tanto de trabajadores como del gremio.
“Esta semana están terminando de pagar los sueldos, no es la panacea pero al menos no han despedido gente, hay que tener en cuenta que se trata de la fuente de trabajo de unas 2600 personas”, indicó a este diario Carlos Yakobowicz, subsecretario de Organización Gremial del sindicato de Empleados de Comercio. “La compañía debe muchísimo dinero, pero si vienen inversiones hay un negocio interesante para ellos”, agregó el dirigente gremial.

Diario Tiempo Argentino 12-01-2012

No hay comentarios: