Tras un mes y medio de reuniones intensas, las paritarias de comercio volvieron a estancarse y este martes entraron en una fase crítica, cuando el sindicato que lidera Armando Cavallieri se declaró en estado de asamblea debido al malestar creciente de sus bases.
En un intento por presionar a los empresarios a que accedan al pedido gremial, los dirigentes sindicales de la Capital Federal realizaban asambleas en todos los grandes supermercados y cadenas mayoristas en la ciudad, afectando la actividad del sector.
"Estamos en asamblea en la totalidad de supermercados y mayoristas. El objetivo es que se firme el acuerdo porque la ansiedad de la gente viene creciendo. Hay empresas que liquidan el último día del mes los sueldos, y este lunes no apareció el auemento", señaló a iProfesional.com el secretario de organización de los mercantiles de Capital, Ramón Muerza.
La medida se lleva a cabo en las firmas Día, Eki, Leader Price, Coto, Jumbo, Carrefour, Wal Mart, Vital, Jaguar y Arcor. En tanto, las seccionales de zona oeste informaron a este medio que se encuentran en "estado de alerta y movilización".
Reunión clave
Los representantes de las compañías del sector y el gremio se reunirán este martes a las 15 en el Ministerio de Trabajo, donde Tomada intentará personalmente destrabar una negociación que las autoridades consideran "importante", por afectar a más de un millón de empleados.
El mismo presidente de la Cámara de Comercio, Carlos De la Vega, reconoció el lunes a iProfesional.com que la negociación "está parada".
Es que si bien las partes ya acordaron de palabra un aumento salarial del 29% no remunerativo, acumulativo y en tres cuotas, la diferencia insalvable reside en la base sobre la cual calcular el incremento.
•Los mercantiles exigen que la cuenta se haga considerando el total del salario ($2.052), para llevar el sueldo bruto a una cifra cercana a los 3.000 pesos.
•En cambio, las cámaras privadas plantean que el ajuste se calcule sobre el básico ($1.300 pesos) lo que elevaría la remuneración bruta hasta los $2.800 y disminuiría el impacto del aumento en rubros tales como la indemnización.
De concretarse el acuerdo, en el primer caso el ingreso de bolsillo se acercaría a los $2.400, mientras que en el segundo esquema el salario neto sería de 2.200 pesos.
En las dos situaciones, la cifra sería inferior a la canasta básica estimada por mediciones privadas que utilizan muchos sindicatos y se ubica cerca de los 3.800 pesos.
Tensiones en el sindicato
La magnitud del incremento salarial y la demora en su aplicación despertó malestar en las bases del gremio y esto se reflejó en las discusiones que, por estas horas, mantiene la dirigencia sindical.
En el ámbito de Capital, un sector históricamente cercano a Cavallieri, los representantes gremiales se hicieron eco de los reclamos en los supermercados y plantean la necesidad de realizar medidas de fuerza para poder avanzar con la paritaria.
En cambio, el titular del sindicato evalúa que no sería necesario. "Yo estoy seguro que vamos a firmar", habría respondido, según informaron el lunes fuentes sindicales.
En las seccionales de la provincia de Buenos Aires, algunas de las cuales son kirchneristas y están enfrentadas a la línea de Cavallieri, también se muestran optimistas respecto a la reunión del martes, pero no están dispuestos a esperar mucho más. Y, en ciertos casos, no ocultan la "bronca" que hay hacia la conducción nacional.
Estos sectores esperan cerrar un acuerdo para todo comercio, que todavía no incluiría a los supermercados mayoristas con más de 500 empleados. En esta actividad, donde la fuerza del gremio es mayor, los empleados buscan que el aumento supere el 29% estipulado para toda la rama y lleve el salario bruto al menos hasta los 3.250 pesos.
“Cada vez se va a hacer más caro el acuerdo, varios gremios están saliendo a reabrir paritarias. Al ver la gente que el proceso inflacionario sigue, en los supermercados vamos a ir reclamando más”, advirtió a este medio Pedro Orlando Machado, el secretario general del sindicato de Avellaneda y Lanús, y también miembro de la dirección nacional del gremio.
El dirigente sindical se refirió así al anuncio que hizo el titular del sindicato de Luz y Fuerza, Oscar Lescano. El líder de los trabajadores del sector energético y referente de los "gordos" junto con Cavallieri, aseguró que van a reclamar que se reabran las paritarias y pedir "como mínimo, el 35%", en sintonía con el aumento logrado en mayo por el gremio de la alimentación.
En tanto, la paritaria de los mercantiles se complica además porque a partir de junio los empleados comienzan a cobrar menos, tras no renovarse el convenio firmado en enero, por el cual percibían una suma extra no remunerativa de 75 pesos.
En medio de la recuperación de las ventas de los grandes comercios, el gremio adelantó que de no arribar este martes a un acuerdo, el miércoles se reunirá la federación y "se determinará una medida a nivel nacional".
El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria hace 10 días para frenar las crecientes protestas de los mercantiles que, en dos ocasiones, paralizaron los grandes supermercados de la provincia de Buenos Aires.
El 8 de junio vence la medida impuesta por la cartera laboral, por lo que el sindicato tendrá libertad para retomar las medidas de protesta. Sin embargo, la conciliación no impide que el gremio pueda realizar asambleas.
Puntos pendientes
Entre los puntos que todavía no han sido resueltos, se encuentra el calendario para abonar las cuotas de la suba salarial. Hasta ahora, las partes sólo coinciden en que la primera etapa (15%) se pague en mayo, pero disienten respecto a si aplicar el segundo tramo (7%) en agosto o septiembre, y el tercero en noviembre o enero.
Por otra parte, el gremio también reclama el pago completo del domingo como hora extra al 100% y el adicional por zona desfavorable para quienes residen en las provincias del sur del país, donde el costo de vida es más alto.
Asimismo, los mercantiles exigen que las cajeras trabajen 36 horas y se les abone por las 44 que cumplen en la actualidad. Piden limitar el uso de contratos a tiempo parcial y el número de repositores externos a 10%, así como reducir la contratación de empresas para tareas tercerizadas.
"Estamos en asamblea en la totalidad de supermercados y mayoristas. El objetivo es que se firme el acuerdo porque la ansiedad de la gente viene creciendo. Hay empresas que liquidan el último día del mes los sueldos, y este lunes no apareció el auemento", señaló a iProfesional.com el secretario de organización de los mercantiles de Capital, Ramón Muerza.
La medida se lleva a cabo en las firmas Día, Eki, Leader Price, Coto, Jumbo, Carrefour, Wal Mart, Vital, Jaguar y Arcor. En tanto, las seccionales de zona oeste informaron a este medio que se encuentran en "estado de alerta y movilización".
Reunión clave
Los representantes de las compañías del sector y el gremio se reunirán este martes a las 15 en el Ministerio de Trabajo, donde Tomada intentará personalmente destrabar una negociación que las autoridades consideran "importante", por afectar a más de un millón de empleados.
El mismo presidente de la Cámara de Comercio, Carlos De la Vega, reconoció el lunes a iProfesional.com que la negociación "está parada".
Es que si bien las partes ya acordaron de palabra un aumento salarial del 29% no remunerativo, acumulativo y en tres cuotas, la diferencia insalvable reside en la base sobre la cual calcular el incremento.
•Los mercantiles exigen que la cuenta se haga considerando el total del salario ($2.052), para llevar el sueldo bruto a una cifra cercana a los 3.000 pesos.
•En cambio, las cámaras privadas plantean que el ajuste se calcule sobre el básico ($1.300 pesos) lo que elevaría la remuneración bruta hasta los $2.800 y disminuiría el impacto del aumento en rubros tales como la indemnización.
De concretarse el acuerdo, en el primer caso el ingreso de bolsillo se acercaría a los $2.400, mientras que en el segundo esquema el salario neto sería de 2.200 pesos.
En las dos situaciones, la cifra sería inferior a la canasta básica estimada por mediciones privadas que utilizan muchos sindicatos y se ubica cerca de los 3.800 pesos.
Tensiones en el sindicato
La magnitud del incremento salarial y la demora en su aplicación despertó malestar en las bases del gremio y esto se reflejó en las discusiones que, por estas horas, mantiene la dirigencia sindical.
En el ámbito de Capital, un sector históricamente cercano a Cavallieri, los representantes gremiales se hicieron eco de los reclamos en los supermercados y plantean la necesidad de realizar medidas de fuerza para poder avanzar con la paritaria.
En cambio, el titular del sindicato evalúa que no sería necesario. "Yo estoy seguro que vamos a firmar", habría respondido, según informaron el lunes fuentes sindicales.
En las seccionales de la provincia de Buenos Aires, algunas de las cuales son kirchneristas y están enfrentadas a la línea de Cavallieri, también se muestran optimistas respecto a la reunión del martes, pero no están dispuestos a esperar mucho más. Y, en ciertos casos, no ocultan la "bronca" que hay hacia la conducción nacional.
Estos sectores esperan cerrar un acuerdo para todo comercio, que todavía no incluiría a los supermercados mayoristas con más de 500 empleados. En esta actividad, donde la fuerza del gremio es mayor, los empleados buscan que el aumento supere el 29% estipulado para toda la rama y lleve el salario bruto al menos hasta los 3.250 pesos.
“Cada vez se va a hacer más caro el acuerdo, varios gremios están saliendo a reabrir paritarias. Al ver la gente que el proceso inflacionario sigue, en los supermercados vamos a ir reclamando más”, advirtió a este medio Pedro Orlando Machado, el secretario general del sindicato de Avellaneda y Lanús, y también miembro de la dirección nacional del gremio.
El dirigente sindical se refirió así al anuncio que hizo el titular del sindicato de Luz y Fuerza, Oscar Lescano. El líder de los trabajadores del sector energético y referente de los "gordos" junto con Cavallieri, aseguró que van a reclamar que se reabran las paritarias y pedir "como mínimo, el 35%", en sintonía con el aumento logrado en mayo por el gremio de la alimentación.
En tanto, la paritaria de los mercantiles se complica además porque a partir de junio los empleados comienzan a cobrar menos, tras no renovarse el convenio firmado en enero, por el cual percibían una suma extra no remunerativa de 75 pesos.
En medio de la recuperación de las ventas de los grandes comercios, el gremio adelantó que de no arribar este martes a un acuerdo, el miércoles se reunirá la federación y "se determinará una medida a nivel nacional".
El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria hace 10 días para frenar las crecientes protestas de los mercantiles que, en dos ocasiones, paralizaron los grandes supermercados de la provincia de Buenos Aires.
El 8 de junio vence la medida impuesta por la cartera laboral, por lo que el sindicato tendrá libertad para retomar las medidas de protesta. Sin embargo, la conciliación no impide que el gremio pueda realizar asambleas.
Puntos pendientes
Entre los puntos que todavía no han sido resueltos, se encuentra el calendario para abonar las cuotas de la suba salarial. Hasta ahora, las partes sólo coinciden en que la primera etapa (15%) se pague en mayo, pero disienten respecto a si aplicar el segundo tramo (7%) en agosto o septiembre, y el tercero en noviembre o enero.
Por otra parte, el gremio también reclama el pago completo del domingo como hora extra al 100% y el adicional por zona desfavorable para quienes residen en las provincias del sur del país, donde el costo de vida es más alto.
Asimismo, los mercantiles exigen que las cajeras trabajen 36 horas y se les abone por las 44 que cumplen en la actualidad. Piden limitar el uso de contratos a tiempo parcial y el número de repositores externos a 10%, así como reducir la contratación de empresas para tareas tercerizadas.
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