"A la cra. Presidenta
Su despacho
Recientemente, y siendo coherente con su historia y su práctica, usted señaló que quisiera ser recordada como una cra. Que vino a reparar agravios.
Las mujeres que sentimos y sabemos como siente usted, compartimos como nunca esa voluntad de hacer de nuestras necesidades un acto de justicia.
En especial las mujeres que trabajamos. Las trabajadoras, sosteniendo el hogar, abrigando a los hijos, soportando la discriminación, hemos sido parte de este proceso de recuperación del orgullo nacional.
Hemos producido, servido, caminado, conquistando derechos.
En esta oportunidad queremos pedirle algo que entendemos esta a su alcance.
Sabe la Cra. Presidente de modo más que suficiente que ser madre y trabajadora es un esfuerzo superior al que soporta un compañero en igualdad de situaciones.
Uno de los agravios que todavía soportamos es la falta de aplicación práctica del derecho a cuidar a nuestros hijos.
La ley de contrato de trabajo nos lo reconoce. Su articulo 197 dice:
“Toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos (2) descansos de media hora para amamantar a su hijo, en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no superior a un (1) año posterior a la fecha del nacimiento, salvo que por razones médicas sea necesario que la madre amamante a su hijo por lapso más prolongado. En los establecimientos donde preste servicios el número mínimo de trabajadoras que determine la reglamentación, el empleador deberá habilitar salas maternales y guarderías para niños hasta la edad y en las condiciones que oportunamente se establezcan.”
Hace más de treinta años esperamos que un acto del ejecutivo ponga en práctica nuestro derecho a tutelar debidamente a nuestros hijos.
Por eso entendemos que usted, compañera, podrá, dando la instrucción al Ministro del área, hacer al fin justicia con las madres que como usted, trabajamos para hacer de nuestro país un país más grande.
Poder concurrir al trabajo, todos los días, con la tranquilidad y serenidad que da saber que nuestros hijos están cuidados, están cerca, y poder hacerles sentir que estamos cerca, sólo requiere de un acto reglamentario que fije en qué condiciones deben, los empleadores, poner en marcha las guarderías que en la ley cubren nuestros derechos.
Ser trabajadora y madre en un mismo espacio es un pedido digno y razonable que usted sabrá hacer realidad.
También alimentar a nuestros hijos en el trabajo es un problema.
La ley, tomando un antecedente de 1930, se refiere a “amamantar”
La doctrina y la justicia no nos permiten “dar de comer” si no es con el pecho.
Las compañeras con HIV, las imposibilitadas de dar pecho en general, no pueden, en nuestra ley, alimentar en el trabajo.
Todas sabemos la importancia del contacto con nuestros hijos en la alimentación, menos la ley.
Por eso le pedimos que contemple una reforma de ese punto.
Dos reconocimientos que las mujeres merecemos y usted mejor que nadie, como compañera trabajadora, sabrá entender."
Su despacho
Recientemente, y siendo coherente con su historia y su práctica, usted señaló que quisiera ser recordada como una cra. Que vino a reparar agravios.
Las mujeres que sentimos y sabemos como siente usted, compartimos como nunca esa voluntad de hacer de nuestras necesidades un acto de justicia.
En especial las mujeres que trabajamos. Las trabajadoras, sosteniendo el hogar, abrigando a los hijos, soportando la discriminación, hemos sido parte de este proceso de recuperación del orgullo nacional.
Hemos producido, servido, caminado, conquistando derechos.
En esta oportunidad queremos pedirle algo que entendemos esta a su alcance.
Sabe la Cra. Presidente de modo más que suficiente que ser madre y trabajadora es un esfuerzo superior al que soporta un compañero en igualdad de situaciones.
Uno de los agravios que todavía soportamos es la falta de aplicación práctica del derecho a cuidar a nuestros hijos.
La ley de contrato de trabajo nos lo reconoce. Su articulo 197 dice:
“Toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos (2) descansos de media hora para amamantar a su hijo, en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no superior a un (1) año posterior a la fecha del nacimiento, salvo que por razones médicas sea necesario que la madre amamante a su hijo por lapso más prolongado. En los establecimientos donde preste servicios el número mínimo de trabajadoras que determine la reglamentación, el empleador deberá habilitar salas maternales y guarderías para niños hasta la edad y en las condiciones que oportunamente se establezcan.”
Hace más de treinta años esperamos que un acto del ejecutivo ponga en práctica nuestro derecho a tutelar debidamente a nuestros hijos.
Por eso entendemos que usted, compañera, podrá, dando la instrucción al Ministro del área, hacer al fin justicia con las madres que como usted, trabajamos para hacer de nuestro país un país más grande.
Poder concurrir al trabajo, todos los días, con la tranquilidad y serenidad que da saber que nuestros hijos están cuidados, están cerca, y poder hacerles sentir que estamos cerca, sólo requiere de un acto reglamentario que fije en qué condiciones deben, los empleadores, poner en marcha las guarderías que en la ley cubren nuestros derechos.
Ser trabajadora y madre en un mismo espacio es un pedido digno y razonable que usted sabrá hacer realidad.
También alimentar a nuestros hijos en el trabajo es un problema.
La ley, tomando un antecedente de 1930, se refiere a “amamantar”
La doctrina y la justicia no nos permiten “dar de comer” si no es con el pecho.
Las compañeras con HIV, las imposibilitadas de dar pecho en general, no pueden, en nuestra ley, alimentar en el trabajo.
Todas sabemos la importancia del contacto con nuestros hijos en la alimentación, menos la ley.
Por eso le pedimos que contemple una reforma de ese punto.
Dos reconocimientos que las mujeres merecemos y usted mejor que nadie, como compañera trabajadora, sabrá entender."
Carta entregada por el Cro. Sec. General del Sindicato de Empleados de Comercio Lanús Avellaneda Orlando Machado y la Sec. de la Mujer Mariana López a la Sra. Presidente Cristina Fernández para que a través de su intervención le de solución a miles de mamá que hoy trabajan en el gremio de comercio o en distintos gremios hermanos.
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