miércoles, 25 de marzo de 2009

NI OLVIDO NI PERDON!!!POR MAS Y MEJOR DEMOCRACIA!!!!

"Cada aniversario del 24 de marzo de 1976, fieles a las consignas de "no olvidar" y preservar la "memoria", sostenemos que no debe esconderse el funesto papel que casi todos los partidos políticos, la “prensa independiente” y los centros extranjeros de poder jugaron en la preparación del clima del golpe, en su concreción o en la posterior participación en el gobierno de la dictadura. No se trata de salvar a las Fuerzas Armadas de su responsabilidad aunque, como veremos, no fueron las únicas responsables. Bañadas de un profundo espíritu antinacional desde la “revolución libertadora” de 1955, les correspondió a las tres fuerzas la tarea sucia, la detestable represión copiada de los manuales escritos con sangre por franceses y norteamericanos en Argelia, Vietnam e Irak.
Mientras se aplicaba el más brutal terrorismo de estado -desapariciones, torturas y muertes- elequipo civil de Martínez de Hoz irrumpía en escena instalando una dictadura liberal que entregó la soberanía nacional, enfeudó al país al capital financiero internacional, desnacionalizó sus industrias y suprimió las conquistas obreras, extendiendo el genocidio mediante la desocupación y la pobreza.
Pero el “proceso cívico-militar” no culminó en 1983, no fue derrotado con el retorno de la democracia. Más allá de toda retórica democratista que quiere desviar la atención de lo sucedido, el programa económico de Martínez de Hoz siguió vigente hasta entrado el nuevo siglo y profundizado mediante el plan Cavallo. El Pacto de Olivos entre menemistas y radicales alfonsinistas , amplió la entrega sistemática de los recursos naturales, desmanteló al Estado nacional, produjo una violenta apertura importadora y desindustrializadora, reduciendo el papel social y político de la clase trabajadora y la liquidación de sus más importantes conquistas.
Por fin, la Alianza encabezada por el radical Fernando De la Rua no hizo más que profundizar el proceso de entrega, vaciar las arcas del Banco Central y reprimir la heroica protesta popular de fines del 2001, cobrándose 30 vidas. El helicóptero se llevó el ciclo nefasto inaugurado en la fecha que se conmemora.
Se había cumplido en democracia el plan de la dictadura.
El papel de los partidos políticos durante la dictadura
Citamos la declaración que la Corriente Causa Popular, con la firma de Alberto Guerberof, emitió a 30 años del golpe cívico-militar:
“Pero el régimen militar no pudo desplegar su poder despótico ni cometer toda clase de abusos de no contar con el apoyo y participación —en grueso número— de los partidos también "democráticos". Es hora de recordar... a los 300 intendentes de la UCR (La Nación, 25/3/79) cedidos sin pestañear a la dictadura, a los embajadores de ese partido, entre otros Tomás de Anchorena en París, Hidalgo Solá en Venezuela, al secretario general de la presidencia de Videla, el radical Ricardo Jofré, al gobernador de Catamarca, Castillo, a Jorge Vanossi, "constitucionalista" eminente que nunca deja de ponerse la toga para hablar, pero olvida recordar que fue asesor de la CAL, entidad que daba forma a los decretos y leyes de la Junta Militar. Fue seguramente contemplando tan generosa participación que Ricardo Balbín diría por aquellos días desde La Rioja: "Videla es un soldado de la democracia".
Los radicales no estuvieron solos. El partido Demócrata Progresista ocupó presuroso el Ministerio de Educación y la intendencia de Rosario junto a innumerables puestos menores. Más aleccionador resultó todavía el papel jugado por el partido Socialista Democrático, de nutrida experiencia en materia de colaborar con golpes y dictaduras oligárquicas, en particular con la revolución fusiladora de 1955. Su jefe en 1976, Américo Ghioldi, fue designado embajador en Portugal y a su muerte sucedido en el cargo por Walter Constanza, dirigente del mismo partido. Otro socialista democrático, Luis Pan, practicaba el colaboracionismo con la Junta asumiendo como interventor de EUDEBA, donde su primera medida fue sacar de circulación y guillotinar ediciones enteras de libros del revisionismo histórico recientemente editados. Es un deber señalar que es a este partido al que pertenecen personajes con patente de demócratas, que alcanzan cierta notoriedad por estos días: ej. Norberto La Porta (que agrega a su curriculum un fructífero paso por la gerencia de compras del Hogar Obrero). Por la misma época, idealistas salido de las filas de los herederos de Juan B. Justo recorrían Europa defendiendo en la tribuna de la Internacional Socialista a la dictadura de Videla como el "mal menor".
En el cuadro de apoyos civiles del "proceso" se destacó el Partido Comunista. Con la variante de que mientras sus máximos dirigentes justificaban el golpe y se aplicaban con ternura a catalogar a Videla y Viola como militares "democráticos", señalando que el verdadero peligro provenía de una presunta ala militar pinochetista, muchos de sus afiliados engrosaban las listas de presos y desaparecidos. Eran los días en que comenzaba a crecer el comercio con la URSS. La lista sería interminable”.
Que decía por entonces la prensa “independiente”
Casi siempre la actitud de la gran prensa es fiel reflejo de la opinión de las clases dominantes y en 1976 no fue la excepción. El golpe se urdió tanto en los cuarteles como en los grandes despachos de banqueros y directores de los principales diarios; comités nacionales de los más importantes partidos políticos “democráticos” y en la Sociedad Rural, sede de la vieja oligarquía.
En 1977 el general Videla firmaba, en pago por los servicios prestados, el traspaso de las acciones de Papel Prensa a Clarín, La Razón y La Nación. ¿Papel Prensa contamina las aguas del Paraná sin que los ecologistas lo denuncien ni corten puentes y rutas? ¿Es materia de investigación judicial?¿Hay una justicia para Clarín y otra para el resto de los argentinos? Cuando la justicia “independiente” investiga a la prensa “independiente” no es posible dilucidar si los hijos adoptivos de la señora de Noble son hijos de desaparecidos. El silencio también se compra.
Así comenzaba la editorial de la directora de “Clarín” 24 horas después de la asonada militar:
“Aunque resultara innecesario justificar las motivaciones de la acción militar del 24 de Marzo –porque nada fue más evidente que la incapacidad del anterior gobierno para modificar el rumbo que nos conducía a todos al desastre- ha sido oportuno que el país escuchara las explicaciones de su nuevo presidente. Ellas ratificaron el hecho conocido de que las Fuerzas Armadas no han interrumpido el proceso que se venía desarrollando, sino cuando tuvieron el convencimiento de que se hallaban agotados todos los recursos susceptibles de operar la indispensable rectificación”.
Y así terminaba:
“La palabra presidencial (discurso de Rafael Videla), sin buscar aplausos anticipados, ha fijado un rumbo apto para la solución de los problemas nacionales. Y como el mismo Presidente lo expresa, el acierto de las decisiones del gobierno será en definitiva el que suscitará la adhesión de la gran mayoría de los argentinos”.
La Nación, concluía la editorial del 25 de marzo de 1976 de esta manera:
”La crisis ha culminado. No hay sorpresa en la Nación ante la caída de un gobierno que estaba muerto mucho antes de su eliminación por vía de un cambio como el que se ha operado. En lugar de aquella sorpresa hay una enorme expectación. Todos sabemos que se necesitan planes sólidos para facilitar la rehabilitación material y moral de una comunidad herida por demasiados fracasos y dominada por un escepticismo contaminante. Precisamente por la magnitud de la tarea por emprender, la primera condición es que se afiance en las Fuerzas Armadas la cohesión con la cual han actuado hasta aquí. Hay un país que tiene valiosas reservas de confianza, pero también hay un terrorismo que acecha”.
Qué otra cosa es posible esperar del diario de doctrina fundado por Bartolomé Mitre, que tiene hoy entre sus primeras espadas periodísticas a Mariano Grondona y Joaquín Morales Solá, ambos vinculados a los golpes de estado de la segunda parte del siglo pasado. Nadie debería olvidar, cuando escucha los consejos republicanos de Grondona, que fue comando civil de la “revolución libertadora” de 1955, autor de las proclamas golpistas en 1966 y consejero de Videla. Ni olvidar, cuando leemos la pluma envenenada de Morales Solá, que recibió felicitaciones en público de parte del general Bussi por los panoramas políticos que escribía en Clarín, elogiando a la dictadura.
"Hay que cuidarse de ese diario. Ataca como partido político y si uno le contesta, se defiende con la libertad de prensa", dijo César Jaroslavsky al referirse al modo de accionar del diario Clarín durante los años 80.
Esta frase va al nudo del problema. Los medios no reflejan los acontecimientos sino que son constructores de noticias y en el mejor de los casos deformadores de la realidad. Y es lo que ocultan tras el discurso de la “objetividad” para no aparecer como son: actores de la vida social y política del país.
Saber lo que pasó para saber qué hacer
“Esa es la verdad que debe restablecerse para unir férreamente a los sectores que se procura dividir y enfrentar, porque de ello depende en buena medida la posibilidad de preparar la lucha por una nueva revolución nacional que rehaga de pies a cabeza esta sociedad argentina exhausta de injusticia, dependencia y humillación”.
Estamos junto al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en la reconstrucción de un Estado devastado por la ola neoliberal para mantener el interés del campo nacional y popular. En los últimos seis años el gobierno nacional devolvió el derecho a los trabajadores para discutir salarios y condiciones dignas de trabajo; formalizó miles de empleos; recuperó empresas estratégicas (Correo, Aguas y Aerolíneas Argentinas entre otras); reafirmó y amplió las retenciones a las exportaciones cerealeras y de minerales para dar comienzo a una más justa distribución de la riqueza; aumentó a los jubilados estableciendo por ley la movilidad jubilatoria y favoreció el acceso a la jubilación a un millón doscientos mil argentinos (el 90% mujeres); expropió a las AFJP, verdaderas asociaciones ilícitas que saqueaban el 30% del ahorro de los argentinos; estableció un plan de grandes obras y emprendimientos para contrarrestar los efectos de una fenomenal crisis del capitalismo en los países centrales, manteniendo los niveles de empleo y de salario; estrechó los lazos de unidad con los países hermanos de Sudamérica en la búsqueda de un destino político, económico, social y cultural comunes para la región y abrió un debate para la implementación de una nueva Ley de Radiodifusión, que reemplace la “Ley” de la dictadura que defienden tenazmente la UCR, Macri, Carrió y Clarín.
Nos encontramos en vísperas de una gran batalla electoral. Frente al gobierno de Cristina se levantan las mismas fuerzas, los mismos intereses, los mismos viejos partidos, la misma prensa, y, en algunos casos, hasta los mismos personajes cómplices, todos ellos, de aquella nefasta dictadura oligárquica. Recordarlo permitirá entrar con vigor y claridad en esa batalla.
Sólo, si no olvidamos el pasado tendremos un destino propio."

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